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El padre de una enfermera apuñalada al salir de su lugar de trabajo en Chile entregó detalles inéditos de lo que para él sería un homicidio por encargo y no un intento de robo: “huele a sicariato”, dijo el hombre visiblemente afectado.
Se trata de un nuevo caso policial que ha impactado a la sociedad chilena y que tiene como víctima a una joven enfermera que salvó su vida tras el intento de asesinato al salir de su trabajo. La profesional fue identificada como Pola Álvarez de 32 años de edad, madre de dos hijos, y que recibió 11 puñaladas al salir de la Clínica Cordillera, ubicada en la ciudad de Santiago.
“Había dos tipos en una moto con un casco naranja y estrellas negras, y en su celular estaba su foto”, dijo Patricio Álvarez, padre de la mujer atacada. “Claramente la estaban esperando y querían saber si era ella. Cuando la mujer se da cuenta empieza a correr, este tipo se le cuelga del cuello y le pega 11 estocadas”, agregó el hombre.
Según los primeros antecedentes, la mujer habría recibido las puñaladas en su rostro y en su cuerpo. El padre agregó que tras el ataque fue la propia mujer la que se levantó por sus medios para dirigirse a su casa para ser socorrida. “Ella tuvo la fuerza de levantarse, de llegar a su casa, golpear la reja, su marido la socorre, los niños quedaron solos y, una vecina que se dio cuenta, tomó a los niños y se los llevó a su casa. En tanto, mi yerno con una vecina la fueron a dejar a la clínica, en un trayecto de no más de una cuadra”, dijo Álvarez.
Tras el intento de homicidio se ha iniciado una verdadera persecución para ir detrás de los responsables de este ataque. Sin embargo, el padre acusó públicamente que el apuñalamiento múltiple en contra de su hija escondería un trasfondo de amenazas previas, problemas laborales, envidias y un posible sicariato para acabar con la vida de la profesional.
El padre de la víctima, Patricio Álvarez, ha anunciado querellas en contra de todos los responsables del ataque a su hija. (Foto: captura de pantalla)
Según Patricio Álvarez, el caso se remonta a unos meses atrás cuando su hija fue ascendida en su trabajo. En ese momento, Pola Álvarez empezó a ser víctima de amenazas por parte de una persona que trabajaba en la Clínica Cordillera, a quien la familia le atribuye ser el autor intelectual de este caso. “Eran amenazas de todo tipo, verbales, por redes sociales, llamados telefónicos. Empezaron con el típico empujón, o le daban vuelta la comida en el casino. Era una especie de bullying colegial”, señaló el papá deña mujer al matinal Contigo en la mañana.
Poco tiempo después las amenazas empezaron a aumentar en seriedad. “Una de las personas que trabajaba con ella le dijo que no se preocupara, que ella iba a cuidarle a sus hijos. Eso fue duro para nosotros, le pedí que hablara con su jefa e hicieran una denuncia, cosa que no hicieron”, dijo el padre.
Sobre esto último el padre apuntó a la Clínica Cordillera por no tomar medidas para resguardar a su hija. “¿Por qué la clínica no tomó cartas en el asunto cuando tenía todos los antecedentes para hacerlo? La clínica se lavó las manos”, dijo Patricio Álvarez, para agregar después que la clínica “esperó a que sucedieran los hechos y que muestra una falta de empatía”.
Ante la posible idea que este hecho sea un homicidio por encargo, el inspector Matías Maulén, de la Policía de Investigaciones de Chile (PDI), manifestó que “se presume que este acto fue dirigido y no propiamente tal con la intención de robarle alguna especie a la víctima, toda vez de que mantenía todas sus especies en su poder”.
La mujer se encuentra fuera de riesgo vital y las policías chilenas buscan intensamente a la persona que ha sido acusada de encargar este ataque, como también a quienes ejecutaron el apuñalamiento.
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